La vida se escapa entre los dedos [it's free~]

La pelinegra se sentía extasiada entre tanta belleza, belleza que solo ella apreciaba. El cementerio es de sus lugares favoritos para meditar sobre la delgada línea de la vida, y como en un impulso de nada se escapa o corta. Tantos muertos apilados y el aroma de la húmeda tierra llenaban sus pulmones, tomaba grandes bocanadas de aire y sonreía de forma natural ante su estado de relajación.

- Que rápido se les fue la vida a ustedes… pequeños – Decía sentada en uno de los brazos de un ángel de piedra, que adornaba una lapida de gemelos recién nacidos. El tono por el como hablaba denotaba cierta melancolía y tristeza pero… - No tuvieron la fortuna de conocerme y amarme… ha… HAHAHAHA – estaba más concentrada en el hecho de que todos esos fallecidos no la conocieron para amarla.

Su risa logro hacer eco entre el cementerio, le encantaba pues podía reír, llorar, gritar y nadie decía nada… o mejor dicho nadie podía decirle algo. Ese cementerio era muy solitario (dejando aun lado a los muertos apilados) nadie lo visitaba, solo ella y de vez en cuando unas personas que se daban amor en esos lugares, en pocas palabras no tenían dinero suficiente para pagar una noche de motel.

Se bajo sin delicadeza rompiendo la mano del ángel, no sin antes saltar en la lapida y caminar a ver las demás, un ruido por lo bajo la puso alerta, fue como un crujido de hojas… seguro una persona había ingresado y habría visto sus acciones. Una sonrisa de medio labio apareció en su rostro y miro a todos lados con delicadeza.

- ¿Quién interrumpe el descanso de nadie? – hablo altanera esperando una respuesta.

En su caminata interminable por hallar algo interesante esa noche el de blancos cabellos llego a un cementerio, que el supiera nadie solía visitarlo... No le daba importancia a esas cosas pues ese era un atajo a otro lugar seguramente aunque no recordaba precisamente cual era, caminó por un camino colmado de árboles apreciando el silencio de toda la zona, unos cuantos murmullos podían oírse y pensaba que se trataría de gente de lugares lejanos conversando.

Con el paso de los minutos se escucho con toda claridad una risa casi desquiciada haciendo eco en todo el bosque, con gran curiosidad el joven se fue hasta el origen de las risas y vio a una persona, estaba algo oscuro y no se podía ver bien pero pensaba que era una chica. Caminó hacia ella con la intención de saludarla pero sin darse cuenta piso una rama y causo un ruido, se quedo quieto en la oscuridad hasta escuchar la pregunta de la chica. A lo que respondió algo entusiasta:

Alguien, o tal vez nadie, que piensas tu?

Después de responder se separo de los arbustos y los árboles a su alrededor quedando a la vista de la chica y se quedo callado sobre una tumba con los brazos cruzados mirándola fijamente a los ojos y luego de varios minutos dijo:

Que se te ofrece en este lugar? no siempre hay visitantes según recuerdo... Aunque tampoco es que venga muy a menudo

Después el joven se quedo mirándola fijamente de nuevo esperando una reacción o respuesta por su parte.

Sus ojos carmín brillaban más que nunca, su atención fue captada de inmediato ante la respuesta. Escudriño con interés al joven, nada mal… pero no era su tipo, se veía demasiado afeminado y de experiencia tenia que los andrógenos eran difíciles.

- Nadie habría sido mejor –dijo sincera pero con malicia en sus palabras.

Paso una de sus manos por su quijada para parecer interesante y análoga, para ser un chico/chica estaba demasiado… engañosa, si esa era la palabra. Su mirada no la intimidaba y su forma de hablar mucho menos, estaba tratando con una chica más engañosa que él.

- Vengo aquí para jugar con las almas en pena… -se ríe danzando por cada una de las lapidas hasta llegar a donde se encontraba el peliblanco- Es divertido jugar con los que ya no pueden… es entretenimiento barato y sencillo –espeto sincera mientras inclinaba su cuerpo hacia adelante simulando caer. – Nunca hay vigilantes pero me gusta autonombrarme como la única vigilante y guía turístico del lugar, este lugar esta tan abandonado… que da pena y alegría –se ríe fuerte tomándose el estomago- pero claro una mente tan cerrada como la tuya no la entendería.

Sus monólogos eran siempre tan… sátiros y crudos, pero esta vez se estaba controlando, quizá la compañía le hacia sentir bien, pues no estaba muy saludable ese día.

Ante el monologo de la chica el joven peliblanco solo movía su cabeza de un lado a otro sin prestar mucha atención, una vez vio que el parloteo se había detenido volvió "de las nubes" y la volvió a mirar fijamente.

Pasados los segundos donde medito el discurso sonrió y se levanto, procedió a bajar una de las pelotas de un árbol cercano, que muchos niños habían perdido allí y por miedo a los fantasmas las dejaron olvidadas aquí. Procedió a lanzarla a la chica de forma que rebotara en el suelo y ella pudiera atraparla, luego se sentó en el borde de una lapida y dijo con una sonrisa un tanto maliciosa en la cara:

Que tal si en vez de jugar con los que no pueden nos divertimos un poco antes de unirnos a ellos?

Seguidamente la luz de la luna se poso detrás del joven iluminando todo el cementerio y por el efecto de la luz sus ojos se vieron con un tono carmesí en sus pupilas, este sin notarlo ya con más luz para ver a su alrededor observó a la chica y dijo en un tono algo sarcástico:

O será que prefieres seguir jugando con los que no pueden ganar? después de todo ya perdieron sus vidas

Justo después de terminar su comentario el joven observo a su alrededor y saco su teléfono, parecía estar distraído volteando a todos lados y escribiendo pero la verdad es que no le quitaba el ojo de encima a aquella chica a una corta distancia de el...

Tomo la pelota en el aire y sonrió, tenia lógica para ella des aburrirse un poco, aunque la idea seria otra si ella lo hubiera propuesto, pero bueno, un juego de pelota no estaba mal. La reboto un par de veces haciendo lucidez de su forma impecable de jugar baloncesto. Nunca bajo la guardia por lo que mientras jugaba analizaba al tipo, sus ojos llamaban la atención pues la luna los impactaba, eran carmín como los suyos, muy raro, pues ella aseguraba ser la única humana con ese tipo de ojos.

- Venga vamos a jugar entonces… y no es que juegue con ellos mucho… me gusta divertirme a sus espaldas –dice sátira.

Una fresca brisa lleno el lugar y le hizo exhalar aire frio por sus labios, se cerro la chamarra para evitar congelar sus pulmones, aunque sus piernas con shorts no ayudaban mucho. Su cabello se movía al compas del viento. Le miro de vuelta, la parecer la llevaba mirado desde hacia un buen rato, era muy discreto para ser un chico, la curiosidad volvía a su organismo.

- Deja de mirarme y mejor juguemos… quiero entrar en calor rápido, a menos que se te ocurra otra forma –dijo lasciva para después soltar una carcajada-

Ante la impaciencia de la chica el joven se alejo un poco y alejo algunas de las ramas de un árbol seco cercano haciendo un aro con las ramas que quedaron del árbol, luego se volteo, se acerco a la chica y agarro la pelota, seguidamente se alejó un poco para decir:

Que tal esto? cada vez que uno de nosotros lancé la pelota por el aro gana un punto, no importa mucho de que forma lo pases mientras la pelota entre esas ramas

Luego espero otro viento fresco el cual no tardo en llegar, era un aire gélido que congelaba hasta el alma, los dos estábamos exactamente a 12 metros y medio del arbol que estaba a mi derecha y a la izquierda de la chica, justo a los 3 segundos el joven lanzo la pelota muy alto en el aire para ver quien la agarraba primero, cuando vio que la pelota había alcanzado su altura máxima dijo:

Let's start!

Las palabras “juego fácil” fueron las primeras que le vinieron a la mente, después otras dos “Michael Jordán”, pero so fue como un recordatorio… Era demasiado fácil para su gusto, pero bueno, ella no era nadie para juzgar un juego que bien la sacaría de su momentáneo aburrimiento.
- Me parece bien… sin reglas lo hace mas entretenido – sonrió de medio labio, la brisa no dejaba de alborotar su cabellera por lo que opto por amarrársela en una cola alta. – Primero que nada espero que entiendas que si llegase la policía… me tendré que ir sin despedirme, no te sientas mal si me voy inclusive no llegue… -río por lo bajo pues si el juego no era de su total satisfacción acabaría aburriéndose más y se iría entre las sombras.
La pelota fue a dar al aire mientras el chico marcaba el inicio del juego. Dio un salto impulsándose con sus botas, no fue muy alto pero lo suficiente como para lograra alcanzarla y desviar la pelota de un manotazo, esta dio rebotes en la dirección contraria. Kat empujo con su cuerpo al joven para apartarlo y hacerse poseedora de la pelota, le resulto fácil llegar a hasta a ella botándola por mas de cinco metros, solo faltaban seis si sus cálculos eran correctos para llegar a una distancia considerable y encestar.

El joven se sorprendió un poco por las acciones rápidas de la chica, aun así se levanto calmado en lo posible y luego a toda velocidad siguió a la chica hasta lo que el calculaba eran seis metros del aro y con una jugada rápida le quito la pelota cuando pensaba que no la podía alcanzar al parecer, la verdad no le intereso y corrió tan rápido como pudo hasta lo que calculo fueron tres metros del aro, seguidamente se detuvo en lo posible, se dio media vuelta mirando a la chica y dijo:

Por que te importa que la policía venga? aunque yo personalmente "desaparecería en el aire"

Luego el joven de orbes carmín rió para si como si hubiera sido un chiste, y algo apresurado pateo la pelota hacia el aro con mucha fuerza y se inclino a verlo, imaginaba cualquier cantidad de cosas pero conociendo a la chica que acababa de conocer de alguna manera le daría la vuelta a la jugada y anotaría ella, francamente le sorprendería mas que el anotara el punto que ella de alguna manera fuera tan rápida de hacer algo y anotar.

El robo estaba programado para ella, si lo hacía a su manera seria demasiado fácil por lo que decidió “jugar-no-enserio”. En cuanto dejo de tener la pelota en sus manos giro sobre su propio eje y lo siguió casi pisándole los talones, cuando el chico se detuvo para hablar ella igual lo hizo.
- Me preocupa porque no me llevo muy bien con ellos, creen que estoy algo loca –hizo la señal de poca cordura con un dedo y después río- y buscan cualquier excusa para meterme bajo sus rejas…
Terminando de dar su explicación se percato del golpe a la pelota, esta iba con severidad hasta el aro de madera, dio tres pasos largos al frente y en el ultimo brinco con toda la fuerza de sus pies negándole el paso al balón y apresándolo con sus manos en la primera oportunidad.
- Vuelve a ser mío –lo acaricio como si de un gato se tratase y corrió botándolo como la primera vez, solo que esta vez lo hizo con mas velocidad ya no se detendría a esperar una contra jugada iba a anota… ya era una meta.
Quedando lo suficientemente cerca la lanzo como si de una pelota de voleibol se tratase y encesto. Levanto sus manos en forma de victoria e hizo señas con sus dedos “ 1- 0” dibujo en el aire.

Después de ver como la chica anotaba el joven hizo una seña con la cara como de que se lo esperaba aplaudiendo lentamente para inflar un poco el ego de ella, se levanto al ver a la presumida chica escribir en el aire el marcador el joven se acerco la pelota y lo levanto rebotándola verticalmente un par de veces en su propia mano, una ve la chica le presto atención le dijo en un tono algo juguetón:

Bueeeeno, felicidades uno a cero, por cierto, ¿por que la poli te metería con tanto afán en la cárcel?

Después de la pregunta el joven alzó la pelota en el aire y cuando estaba cerca del suelo la pateo con fuerza para que se alejara mucho y cuando ya la veía muy lejos miro a la chica a su lado y dijo con el mismo tono de antes:

Parece que ahora tendremos que hacer de perros de caza para el siguiente punto, aunque no se si a tal flor de la oscuridad le parezca correr tras una pelota.

Unas vez dicho esto comenzó a correr tras donde suponía iba cayendo la pelota volteándose de vez en cuando para ver si la chica se había decidido a seguirlo sin dejar de correr...

Su aparente curiosidad por saber todo sobre ella comenzaba a darle mala espina, pero su rostro con una perfecta sonrisa no permitían que se notara. Después de mucho pensarlo decidió decirle la verdad, por partes claro.

- Tengo una ligera afinidad por meterme en problemas de los cuales no tengo ni migaja de pertenecer a ellos… es como cuando el gato tiene curiosidad por la puerta, pero la puerta ya tiene un plan predilecto para el gato, el gato no sabe que aparte de la puerta hay un cachorro ansioso por clavarle los dientes de la forma mas sutil posible, pasando de largo a la puerta pues su trampa le parece de lo mas cliché de los cines… el que mira siempre las acciones del gato y la puerta que es demasiado predecible, es el cachorro y tiene la mejor vista del lugar… con eso mata dos pájaros de un tiro, descubre lo que hay tras la puerta y se deshace del gato, pero antes disfrutara como enano ver como el gato reaccionara… al cachorro le parece lo mas entretenido de todo…

Después de su intrigante monologo donde solo dejaba mas dudas que las que resolvía, se hecho a correr por la pelota sin esperar que de sus labios salieran mas frases incoherentes -para cualquiera- por el nuevo apodo que le había puesto “Flor de la oscuridad” para cualquiera y concentrarse mas en su objetivo. Le siguió casi pisando los talones pero quería ver que mas podría hacer su acompañante, analizar su potencial…

Se paso un rato pensando mientras la "flor de la oscuridad" se acercaba meditando su respuesta, una vez creyó comprender algo de ese discurso agarro la pelota y comenzó a rebotarla a gran velocidad manteniéndose alejado de ella lo mas posible, una vez estuvo a una distancia segura y dirigiéndose hasta el aro se puso a razonar para ella en vos alta:

A ver si lo entiendo... Si tu eres la gata y el perro es un jefe policial o algo así... quiere decir que esta esperando a que descubras un secreto o algo así y luego quiere atraparte y meterte tras las rejas o algo así?

Sintió que la chica no estaba jugando enserio o estaba dando ventaja pues había estado hablando un poco tranquilo por varios segundos sin interrupciones, decidió no darle importancia y aprovechar el momento para jugar un poco mas enserio, corrió algo mas rápido y cuando por fin estaba a un metro del aro lanzo la pelota la cual entro sin girar por el aro, el joven al ver que ella se había dejado ganar se sentó en el suelo y dijo casi en un comentario al aire:

Mmm... es curioso... estamos jugando y ni siquiera sabemos nuestros nombres... o al menos yo no conozco el tuyo...

Todo el empeño que le había puesto a su explicación –el cual había de ser nulo- fue poco por no decir nada a la comparación que hizo su acompañante, no había acertado en prácticamente nada, sencillamente y para su lastimosa suerte, solo ella entendía cuando hablaba de esa forma. Sentía que las personas entendían mas cuando hablaba en monosílabos, ningún humano hasta el momento había de declararle la guerra en uno de sus tantos análisis hacia lo que le rodeaba, y mucho menos cuando se autoanalizaba a si misma. Sus labios se torcieron en lo que seria la sonrisa mas torcida y poco humana que tenia, aplaudió como si estuviera a punto de darle un premio que le saltaría a los ojos y se los comería vivos.

- Entiendes mal, pero no voy a corregir tu punto de opinión, prefiero que la gente viva en la ignorancia antes de que sobrepasen mi intelecto –soltó tajante y con su toque de soberbia habitual.

El juego ya no era su prioridad, le había bastado con el supuesto razonamiento del chico. En cuanto escucho el sonido de la pelota entrar a la improvisada canasta sonrió tenue y dibujo el último marcador. Uno a uno, estaban empatados.

- El final del juego no me gusto, pero bueno… aun tengo uno pendiente en el que me esta yendo de maravilla –canturreo mientras se acercaba al chico- los nombres son como extensiones del alma, si los dices estas prestando tu alma a alguien… pero ¡Qué va! Si soy atea y no debería creer en eso –bromeo muy a su estilo- Mi nombre es Kat Von D, pero muchos me conocen como Lucifer o Luci, ¿te imaginaras porque? –le dedico una mirada lasciva acercándose peligrosamente a sus labios- Te lo pregunto, porque hasta la vez yo aun no lo entiendo… -con cada palabra rozo sus labios contra los ajenos, deslizo sus pies en una pirueta y le disparo con sus dedos- ¡Bam! –río después de la improvisada onomatopeya para después soplar la punta de su dedo.

Después de que la chica "actualizara el marcador" sin darle mucha importancia al hecho de que ella no iba a decirle mas información, volvió a ladear su cabeza hasta que por fin le dijo su nombre y dos seudónimos, además del decir que era atea, se preguntaba como reaccionaria si viera que en realidad no es "un humano medio normal" pero prefirió dejar su discreción por motivos un poco obvios, ya tenia una idea clara de Kat y podía definirla con un "no todo es lo que parece" ya que nada podía esperarse de ella, tal vez por eso no le sorprendieron sus acciones, dijo levemente ante sus palabras sin mostrar ningún cambio en su aptitud:

Pues yo tampoco-esperando algún giro de 180º en la aptitud de ella- yo prefiero llamarte Kat, no me parece llamarte Luci

Sonrió con gracia por fin cuando actuó como si su mano fuera una pistola y le matara, hizo un movimiento con su cabeza como si le hubieran disparado que le quedo exactamente igual por haber visto ya muchos por las calles y se alejo un poco caminando normalmente y le pregunto tranquilamente:

Esto sirvió para entretenerte y entrar en calor? porque por mi parte he logrado entretenerme este rato

Sonrío ampliamente, le agradaba que no la llamase como Lucifer, muy en el fondo era feliz. Y su acción de corresponder al tiro de gracia fue impecable, quien sabe, quizá… se había encontrado un posible aliado, aun lo tenia en dudad, pero estaba entre los potenciales seguro. Su pirueta se de ladeo y miro al chico con sorna.
- No me has dicho tu nombre pequeña flor de luna –ironizo y le recordó el apodo de hacia unos momentos. – Si me divertí y entre un poco en calor, para serte sincera lograste captar mi atención y decir cosas que no debería decir… te has ganado una buena… ¿amiga?

Estiro sus extremidades como si fuera un gato y una brisa mas fría calo por sus huesos, necesitaban encontrar refugio pronto si no quería enfermarse. Tomo al chico de la mano y lo llevo hasta una cabaña improvisada que hacía tiempo había abarrotado de mantas y cosas con las cuales subsistir.

- Si gustas puedes quedarte… a mi me gusta el frio, pero… -señala su falda- [i]cuando estoy cubierta… esta vez me falta algo…

El joven miro que la chica se quedo un poco pensativa después de el "asesinato", y después escucho lo que respondió, a lo que soltó una risa leve por el irónico apodo que le puso y se puso a imaginar a la luna, su lado luminoso y oscuro que cambiaban de territorio según la ocasión pero que siempre serian lo que son, recordando que estaba en medio de una conversación "volvió al mundo real" y le respondió con mucha tranquilidad al decir cada palabra:

Mi nombre es Keigo Mikami, no suelen llamarme de ninguna manera ya que los que me conocieron a estas alturas murieron o me olvidaron-soltando una leve risa- Muchas veces ambas. Pero nunca se me ha considerado como un "amigo" la verdad jejeje

Seguidamente corrió por el aire una brisa helada tan fría que hasta a el le dio frío, por eso siguió a Kat hasta un lugar donde refugiarse el cual en este caso era una cabaña abandonada, ante su comentario el joven respondió mirando por una ventana:

Sabiendo que aquí hay noches heladas debiste haberte cubierto, ahora tendrás que quedarte aquí a pasar la noche hasta que el sol salga a las 7:00 am... Y aquí no hay leños y cuando sean las 4:00 am esto se congela como no tienes una idea.

Dijo pensando en una manera de conseguir leños útiles pues estaban muy lejos de los árboles muertos y los vivos no queman bien...

Le hizo señales con la mano para que guardara silencio, le molestaba que la tratara como una novata scout cuando ella había amueblado y vuelto funcional toda esa cabaña. Abrió la puerta y con ayuda de sus vectores ubico los muebles para no caer. Llego hasta la mini cocina tentando con sus manos la barra para ubicar los cerillos, los encontró rápido y se dispuso a encender una lámpara de aceite. Con los cerillos que le restaban encendió las demás. Pronto la cabaña se veía lo suficiente cálida, le señalo a Keigo una chimenea con leña al lado, también le lanzo los cerillos como orden de encenderla.

- Se útil y enciende eso… -musito tajante mientras bajaba de un mueble las colchas para dormir.

El viento se volvió mas fuerte, ese tipo de fríos ya era demasiado, nunca había experimentado tal baja de temperatura. Se arropo en dos colchas mientras miraba de re-ojo a Keigo.

Keigo hizo caso a la señal de la chica, después de todo no es su estilo regañar a las personas, la vio abrir la puerta y entro tranquilamente después de ella, el lugar estaba todo polvoriento y cada ráfaga de aire era visible a simple vista, al fiarse en los espacios de polvo creyó ver unos extraños y largos brazos salir de la chica lo cual tacho como efecto de su imaginación hasta que vio a esas cosas mover muebles, entonces comenzó a recordar varias cosas que vio tanto en la calle como en algunos viejos archivos de C.I, reviso rápidamente los datos de su teléfono y concordaban, los ojos rojos, los extraños brazos y el hecho de que ella pudiera sentir frío borrando todas las dudas, había hecho una conexión y solo le quedaba confirmarla, volvió al "mundo real" dándose cuenta de que ella había encendido muchas lámparas de aceite proporcionando buena iluminación, luego le pidió que encendiera una chimenea ya que el frío debía de verdad estarla congelando, o eso suponía, sin prisa se acerco a la chimenea y con uno de los cerillos la encendió sin problemas ya que había dos leños puestos desde antes, tan concentrado estaba que no había notado que uno o dos minutos antes una ráfaga de viento helado había llegado erradicando todo el polvo y haciendo al lugar mas fácil de respirar. Le hizo a Kat una seña para que se acercara a calentarse y le dijo como si estubiera adivinando:

Oye, esos ojos rojos y que movieras los muebles con tu mente... Hermana, Tienes telequinesia o algo así? o tal vez seas una maga... o tal vez una diclonyus?...

Trataba de ocultar su curiosidad calentando sus manos en el fuego pero mas discretamente que nunca no le sacaba el ojo enzima y se aseguro de usar hasta la ultima palabra indicada para obtener la información de alguien como ella mientras al mismo tiempo se preparaba para un juego de palabras o algo así.

Se movió como un gusanito (por culpa de las sabanas que así la hacían ver) hasta la chimenea a cierta distancia considerable claro esta. Lo cálido comenzaba a hacerse presente llenándole las mejillas de un sonrojo natural. Pasaron sus minutos y ya se sentía mas cómoda, pero las inoportunas palabras de Keigo tensaron todos sus músculos y dibujaron una torcida sonrisa en su rostro.

- Investigas demasiado, analizas demasiado… pero no ves la verdad que esta por debajo de tus ojos –empezó tranquila relajando sus músculos y facción- Sí estoy entre lo que acabas de decir, o bueno eso es lo que me han dicho… no tengo mucha información sobre lo que soy… es difícil averiguar sobre mi ser interior… -suspiro- pero me gusta mucho más analizar mi futuro ¿sabes?

Rodo con las sabanas hasta quedar boca arriba, mirando a los ojos de él, esperando algún alegato o algo por el estilo. Suspiro ya que después de analizar la situación, tenia una propuesta para Keigo.

- Dime todo lo que sepas, sobre mi… siendo tu tan inteligente –ironizo- deberías saber ya que soy… dime lo que soy, y te daré un premio –sonrío de la forma más tierna.

A el no le importaba mucho el premio que ella le prometía tan tiernamente, pero veía la situación y no se sentía cómodo dando una respuesta sencilla y predecible así que se quedo unos minutos meditando su respuesta mirando al fuego, las llamas inestables del fuego y la luz intermitente que causaban que sus ojos cambiaran de entre tonos rosados y rojos a ratos sin que este lo notara, una vez termino de elegir las palabras que usaría miro a Kat y le dijo suavemente como el viento:

Si te viera como un espécimen: te diría diclonyus
Si te viera como una paciente: te diría discapacitada mental
Pero por verte como te veo: te digo amiga

Una vez su momento pensativo acabo le sonrió a Kat y le pregunto con voz suave algo interrogante pensando en el elevado coeficiente de quien estaba cerca de el:

Ahora, tu no eres nada tonta, dime que crees que soy si me vez como un espécimen, tengo curiosidad por tu respuesta

Después de lo dicho se quedo callado mirándola con el fuego aun titilando causando esos juegos multicolor en sus ojos, el por su parte aun tenia una pequeña sonrisa en su cara imaginando si haría algún tipo de deducción increíble, solo diría lo que pensaba que era o únicamente se daría por vencida...

Una sonrisa dulce y tierna ocultaba los pensamientos que llegaban a su cabeza como disparos de una ametralladora, eran muchos y solo Kat sabía acomodarlos de tal forma que tuvieran sentido, ese era uno de sus dones de los cuales se sentí virtuosa de poseer, estaba segura que si alguien intentase leer su mente no encontraría relación entre palabras como “pasta” y “oso polar” cuando el significado radicaba en los códigos de las palabras, su mente demasiado compleja o estúpida según lo vieran.

- Muy buenas especulaciones, pero créeme que si fueras un psicólogo y yo tu paciente, lo primero que dirías es que soy una criminal que se esconde en la demencia para hacer pasar sus crimines como comer y sentarse. –se defendió ante la acusación de ser una loca, después retomo lo primero- En efecto mi querido Watson, soy una Diclonyus, una especie muy rara ¿no? Para serte sincera aun no me lo creo, pero bueno… -suspiro- Me sorprende que sepas sobe mi raza, yo que he estado vagando por todo la información del planeta tierra… a menos claro que… -dejo eso ultimo al aire, como añadiéndole suspenso a una obra teatral que de todos modos dejaba el punto en claro.

Sus orbes carmín escudriñaban por segunda ves a Keigo, buscando factores, pistas, lo que fuese… ya tenia en claro lo que era, pero ratificarlo no estaba de más. Retomo su conversación como si nada hubiera pasado.

- Tienes un alma vieja, se nota en tu mirada que has visto muchas cosas que los simples mortales no… -empezó y calculo con los dedos en juego- supongo que has de tener tus 139 primaveras por aproximarme claro… tus ojos son en verdad interesantes, confundirte con uno de mi raza seria fácil por ello, pero como no eres agresivo lo descarto… -siguió hablando con esa soltura que bien le venia- Alguna vez anduve con un tipo de tu especie, Youkai… ¿o me equivoco? –ironizo pues sabía que no estaba equivocada- son interesantes si me lo permites decir, pero siguen siendo hombres a mi parecer… ponles un buen cuerpo en frente con curvas y te dirán todo lo que necesites además de prometerte bajarte el cielo, las estrellas y el mar –se hecho a reír con fuerza al recordar como ese hombre le había propuesto inclusive matrimonio y ella lo había botado inconsciente en un bar- aunque no he conocido mujeres Youkai claro esta… -se acercó y lo miro a los ojos- dime… ¿te transformas en una especie de cachorrito?

El peliblanco en un principio escuchaba las deducciones de Kat, estaba algo sorprendido, había dejado notar tanto de el sin darse cuenta, se quedo meditando su respuesta varios segundos con los ojos cerrados, poco después sonrió levemente y le respondió en orden:

Acabas de sorprenderme, no me refiero al hecho de que me atraparas, si no al hecho de que creas que mi especie no es solo una mentira más.-Rió levemente-Y si te catalogas a ti como "buen cuerpo con curvas" yo debo ser la excepción que confirma la regla, pues no estoy dispuesto a decirte nada que no quiera decir.

Después pensó por breves cinco segundos si decirle lo de su transformación, pensó de inmediato que no haría daño darle algunas pistas, pues -Aun siendo una Diclonyus no parece del tipo del que iría cazando youkais para divertirse o ganar fama- Pensaba, una vez terminó sus decisiones mentales respondió sonriendo mirando al fuego:

De hecho sip, me transformo en un "cachorrito", aunque no se decirte mucho mas ya que no lo he probado en mucho tiempo

Después se acostó en el suelo y comenzó a mirar al techo usando sus manos de modo de almohada, estaba muy bien entretenido, sonreía satisfactoriamente y se podía medio notar su alegría a su alrededor...