Sumio Ijima, el profesor inútil.

Issei Sagawa, un prestamista que además esta enredado con la mafia, hizo un millonario prestamo a Sumio ijima, un cientifico especializado en física que no ha tenido mucha aceptación por sus teorías de los portales a otras dimensiones basados en los tuneles de gusano, éste financió sus proyectos clandestinos en el prestamo de Sagawa, pero como era de esperar, su proyecto se vino abajo y no pudo pagar ni monetariamente, ni con alguna retribución armamental referente a sus investigaciones.
Sagawa envió distintas advertencias, que luego se volvieron amenazas. Quería su dinero de vuelta o a cambio la vida de Ijima, se sabe que vendiendo planos de prototipos de armas relacionadas con su trabajo Ijima logró contratar a uno de los mejores mercenarios por protección, los mejores hombres de Sagawa no podían contra el, el asunto se volvio más que personal y Sagawa decidio contratar de igual manera a un mercenario, un asesino profesional que fuera capaz de acabar con el protector de Ijima y llegar a él para al fin cobrar la retribución por sus gastos.

Ese mercenario contratado por Sagawa soy yo y no tengo la menor duda de que ese guardaespeladas de Ijima es Alphonse Elric, mi rival. Sabiendo esto, e independientemente del pago que me diera, tomaría el trabajo, el doctor Ijima no me interesa en absoluto ni tampoco los motivos de Sagawa, pero si un enfrentamiento con Elric se daba era seguro que lo tomaría.

Recibí la primer parte de mi pago y fuí al laboratorio de Ijima a hacer mi trabajo...


Jamás me imaginé que realmente tendría un avance en sus investigaciones, o que tendría razón en la existencia de otros mundos; durante mi combate con su guarda espaldas, Ijima intentó activar su máquina y los tres fuimos absorbidos por un vórtice.
Poco antes de esto logré tomar una de los prototipos de armas que usaban la tecnología de sus portales, mi hábito de tomar aquello que pudiera serme útil de mis víctimas, no estoy seguro si mi contrincante hizo lo mismo o si ya contaba con una de ellas, pero creo que está máquina podría devolverme a mi mundo, eso si encuentro la manera de hacerla funcionar.

Después de haber sido tragado por el portal terminé en un río, en medio de lo que parecía ser un bosque, de Ijima o mi contrincante ni rastro alguno, lo primero que tenía que saber era si aún estaba en mi mundo, pero al ver el cielo me dí cuenta que no, el cielo de donde yo vengo es absolutamente oscuro por las noches, el cielo de ese lugar tenía millones de luces resplandeciendo en el firmamento. Estaba en otro mundo y tenía que sobrevivir hasta encontrar la forma de volver a mi propio mundo.

Salida de Shiroii